La Maldiciòn de la Familia Iguaràn

Cien Años de Soledad 

"...Antes de llegar al verso final ya habría comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejismos sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria..." Gabriel García Márquez.

La Maldición de los Buendía Iguarán

  Hace algunos años, en un lugar muy lejano, se encontraba un pueblo que llevaba por nombre, Macondo, este era muy peculiar, pues ya que todas las casas de allí, sus paredes eran de hermosos y relucientes espejos, y sus paisajes no tenían comparación alguna con otro lugar existente en todo el planeta, en una de esas hermosas y relucientes casas,  vivía una pareja recién casada,  él era de aspecto vigoroso , corpulento y con todo el bienestar de un joven que apenas cumple sus veinte años, ella era una mujer hermosa, tanto en su aspecto como en su corazón, había algo que los unía y era el amor del uno hacia el otro, pero también había algo que los separaba, pues la sangre que corría por las venas tanto de José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán era la misma, la joven pareja eran primos, y había una leyenda que transitaba hace varios años por la familia Buendía iguarán y era la de que si un hombre y una mujer tenían el mismo vínculo familiar, de seguro el hijo que brotara de esta unión, nacería con una terrible maldición, la de tener una cola de cerdo o de iguana, por lo cual Úrsula se negaba a consumar su unión matrimonial con Arcadio, por miedo a tener un engendro, un monstruo o  simplemente un niño “raro”. frente a esta decisión Arcadio no sintió ninguna satisfacción, por lo que un día ante las burlas de Prudencio Aguilar, un conocido del pueblo, que vivía perdidamente enamorado de Úrsula, Arcadio no vio otra alternativa que deshacerse él, así que un día lo espero cerca al río y cuando lo vio llegar a su lado, encinto el machete y se lo enterró en el pecho, pues él no podía admitir que nadie se burlará de él o dudará de su masculinidad, pero José Arcadio, no contaba con que el fantasma de Prudencio, lo perturbará noche y día incriminándolo por su muerte, varios años después Úrsula y José, se hicieron grandes amigos de una familia de gitanos que vivían cercanamente, Melquíades era el nombre del líder de estos gitanos, y el cuál se convirtió rápidamente en el mejor amigo de José

Arcadio, y al poco tiempo lo convenció tanto a él como a Úrsula de tener hijos, y al cabo de unos cuentos meses dio a luz a Aureliano y a Amaranta, que por tranquilidad ninguno de los dos corrió con la desgracia familiar de tener cola de animal, a partir de esto Melquiades genero bastante confianza en José Arcadio, luego de un período murió  Melquiades, y a partir de esta muerte se desato una terrible maldición en el pueblo de macondo, ninguna persona lograba recordar su pasado y sufrían de un terrible insomnio que los llevaba al fallecimiento, era muy difícil que los habitantes de macondo pudieran sobrevivir a esta crisis, pero una noche oscura, triste y fría, despertó de su tumba Melquiades, el cual preparó una bebida, que hizo beber a los pocos sobrevivientes del pueblo y de esta manera se salvaron unos cuantos, pero Melquiades no solamente tenía esa intención, si no que escribió durante cuarenta días y cuarenta noches unos pergaminos, difíciles y casi imposibles de descifrar, José Arcadio se empecino por descubrir lo que estaba en ellos escrito, y a causa de esto perdió la cordura y murió atado a un árbol, pasaron los días, los meses y los años, y Macondo el pueblito aquel que fue amor para unos y desamor para otros se convirtió en una de las mayores exportadoras de banano, pero que al final termino en desgracia, pues a causa de injusticias, murieron todos los empleados de esta industria bananera, que al parecer desato una nueva maldición en el pueblo, llovió durante cuatro años, once meses y dos días, al finalizar esta lluvia, nación Aureliano  Buendía, que como era costumbre en su familia se caso con una tía, Amaranta Úrsula, estos decidieron descifrar los pergaminos de Melquiades y en su intento quedo embarazada y dio a luz a un niño que para su sorpresa tenía cola de cerdo, Amaranta murió en el parto y Aureliano ante esta desgracia corrió en busca de ayuda, pero nadie lo socorrió, pues no se había dado cuenta de que macondo se había convertido en un pueblo triste y desolado, resignado regreso a su casa y encontró a su niño siendo comido por las hormigas, en ese instante clavo los ojos en los pergaminos de Melquiades y ahí mismo descifro el significado de estos pergaminos, pues descubrió que el fiel amigo gitano, los había encadenado a un sinfín de maldiciones generacionales, Aureliano luego de leer "El primero de la estirpe está amarrado en un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas". Le pone fin a su vida lanzándose en las profundidades del olvidado mar de Macondo.

Esta es la triste historia de la familia Buendía Iguarán, el único consuelo que queda es que transcurrirán cien años en los cuales no nacerá un nuevo Buendía Iguaran, ni será poblado el pueblo de Macondo. Al cuerpo frio y fúnebre de Aureliano solo le queda esperar el transcurrir de cien años de soledad.

                                                                                                              Karen Salamanca